viernes, 2 de octubre de 2009

Salir a comer afuera, ¿dieta en peligro?

Aunque el momento invita a excederse en calorías, grasas y tal vez alcohol, se puede sortear con éxito si cuidamos la elección de platos, bebidas y cantidades. Disfrute del placer de la salida: estas sugerencias lo ayudarán a manejar la situación para no llevarse gramos extra.

Su grupo de amigas la invita a cenar algo rico en un bonito restaurante..., ¡justo cuando usted lleva un mes de dieta y gimnasio y está notando los resultados! Se enciende la alerta: ¿y si en una noche pierdo todo lo que tanto me costó lograr?

Salir a comer es una situación temida para quienes siguen un plan para adelgazar ya que se presta a excederse en calorías, hidratos de carbono rápidos, grasas, sal, alcohol. Las tentaciones son variadas. Entradas, comidas sabrosas y diferentes, presentaciones que entran por los ojos, postres que no haríamos en casa, cócteles, vinos... Además, las porciones suelen ser muy grandes y no es posible controlar el aceite "escondido" ni conocer la calidad de los nutrientes incluidos.
No es fácil, es cierto. Sin embargo, las únicas posibilidades no son rechazar la invitación o comerse todo. También es posible disfrutar el momento al tiempo que se tienen ciertos cuidados al elegir platos y bebidas y se moderan las cantidades. La clave está en conocer los menúes saludables, planear con anticipación y decidir racionalmente. Estas sugerencias pueden ayudar a manejar la situación para pasarla bien sin llevarse a casa gramos extra

Tips para una salida sin riesgos
Si es posible, participe de la elección del restaurante.
Opte preferentemente por uno que ya conozca, donde sepa que sirven comidas que formen parte de su plan de alimentación.
Haga una reserva para evitar la espera antes de sentarse a la mesa, momento en que el apetito parece incrementarse.
Lleve al restaurante un caramelo ácido y cómalo mientras llega la comida.
Tenga pensado un menú adecuado a sus posibilidades antes de ir al restaurante o leer la carta.
Pida su plato antes que sus acompañantes para no dejarse influenciar por lo que ellos elijan.
Usted es quien decide cuánto come, no el cocinero ni la camarera. Puede pedir que le traigan media porción o una porción para compartir con otra persona.
Pida al mozo que no sirva pan ni manteca a la mesa o que los retire si ya estuvieran allí.
Si desea picar algo, elija pickles o ajíes en vinagre.
Mientras espera tome abundante cantidad de agua mineral o soda. Ayuda a sentirse saciado.
Comer una ensalada como entrada, condimentada con vinagre, limón y aceto balsámico, también colabora para sentir saciedad.
Aunque la reunión sea muy entusiasta, mantenga su serenidad. Mientras conversa no deje de prestar atención a la cantidad de comida que carga en el tenedor. Saboree cada bocado, mastique bien los alimentos, coma lentamente, respire en forma conciente.
Si quiere probar algo nuevo, sea cauteloso.
¡Disfrute! Haga del encuentro una oportunidad para pasarla bien y relajado.

Los platos más convenientes
Entradas
* Aspic de pavita o jamón
* Salpicón de atún
* Ensaladas a gusto
* Melón con jamón
* Palmitos con limón
* Tomate al medio con orégano
* Ajíes en juliana con ajo y perejil

Platos principales
* Pescado a la parrilla o la plancha con panaché de vegetales (cocidos, excepto papa)
* Una porción moderada de fideos al fileto
* Medio bife de chorizo ó 1 bife de lomo con ensalada a elección
* Pollo al limón (sin piel) a la parrilla o la plancha con puré de zapallo o ensalada
* Brochette de ave, lomo o mixto con ensalada

Postres
* Frutas frescas o en almíbar
* Ensalada de frutas
* Helados o mousses diet

nota extraida de www.cormillot.com

hasta la próxima
Lic Carolina Vicentin